Entrenamiento anal: cómo estirar el ano para tener relaciones sexuales
¿No sabes por dónde empezar con el sexo anal? Sigue leyendo.
¿Te refieres a hacer pesas con mi trasero?
No precisamente. La esencia de estirar el ano es prepararlo para cualquier tipo de juego anal. El estiramiento repentino de músculos que no están acostumbrados a una actividad particular puede ser doloroso y provocar daños innecesarios. Es por eso que los atletas siempre comienzan con ejercicios simples antes de emprender actividades extremas. Esto también se aplica al ano. Para que puedas participar en tu primer juego anal, los músculos deben estar preparados para realizar cualquier penetración, ya sea con un pene o con un juguete, sin esfuerzo.
El entrenamiento anal se puede realizar utilizando un tapón anal para estirar los músculos gradualmente a medida que se permite que el ano se adapte a los tapones pequeños y, finalmente, pase a los juguetes más grandes. Los plugs anales vienen en una variedad de tamaños y formas diferentes para que elijas cuál se adapta mejor a ti.
Primeros pasos: todo se trata de ti.
Si estás considerando el juego anal, es importante saber que debes divertirte y mejorar tu experiencia placentera. Ya sea que lo hagas por curiosidad o porque quieras poder tener sexo anal, debes comenzar poco a poco y progresar gradualmente de una manera que te resulte cómoda.
El juego anal no debería dar miedo en absoluto. Asegúrese de que su mente esté consciente y libre de estereotipos. La relajación mental también te ayudará a relajar el cuerpo para que puedas comenzar esta exploración.
Cuando estás nervioso, por ejemplo, tus músculos se tensan. Es un mecanismo de defensa normal. Cuando el trasero se aprieta, nada puede penetrar el ano y esta es la razón por la que necesitas relajarte antes de dar el siguiente paso.
¿Qué necesito para empezar el entrenamiento anal?
Básicamente necesitarás lubricante para poder empezar el entrenamiento anal y hacerlo sin esfuerzo. Puedes usar tus dedos durante todo el proceso de entrenamiento anal o puedes decidir usar un pequeño plug anal para empezar y evitar cualquier cosa grande que pueda causar daño. El objetivo aquí es estirar los músculos de forma suave.
¿Más lubricante?
Sí. No se puede exagerar esto. Cuanto más lubricante uses, mejores serán los resultados. El conducto anal no se autolubrica como la vagina. Cualquier penetración en el ano incluso con un objeto pequeño o un dedo sin la lubricación adecuada puede provocar desgarro y sangrado. Por lo tanto, es imperativo tener lubricante a mano cuando te embarcas en el entrenamiento anal .
Elegir el lubricante adecuado también es un componente clave para garantizar la seguridad. Por ejemplo, los juguetes hechos de silicona no deben usarse con lubricante de silicona porque puede dañarlos. Algunas personas son alérgicas a los lubricantes con sabor y deben estar atentos a los ingredientes que puedan provocar alergias. Sin embargo, los lubricantes a base de silicona funcionan bien con juguetes sexuales de acero o vidrio.
Después de haber elegido el lubricante adecuado, aplíquelo generosamente alrededor y dentro del ano. Asegúrese de que, si utiliza el pene, los dedos o los juguetes, les aplique abundante lubricante. Es muy importante que en cada etapa del juego anal haya suficiente lubricante en todo lo que se inserta en el ano y en todas partes alrededor y dentro del ano. Esto asegurará que evites cualquier daño y que toda la experiencia esté llena de placer.
¡No te excedas en tu entrenamiento!
Como se mencionó anteriormente, debes relajarte mentalmente y mantener la calma durante el entrenamiento anal. Esto ayudará a que los músculos del esfínter se relajen y reciban fácilmente un objeto penetrante, lo que a su vez facilita mucho el proceso de estiramiento.
El entrenamiento anal y el sexo anal pueden ser muy excitantes si estás bien relajado y en un ambiente propicio. Según lo que más te convenga, puede ser un baño caliente, una meditación o un masaje. Recuerda que no pretendes sumergirte en el sexo anal con penetración de forma apresurada.
Cuando estés completamente relajado podrás comenzar con tu entrenamiento. Puedes comenzar con un sensual masaje anal o analingus donde tu pareja usa la lengua para masajear el ano.
Comienza con un dedo masajeando el área alrededor del ano hasta que sientas que los músculos se aflojan. Proceda suavemente deslizando el dedo en el conducto anal y masajee el interior con movimientos lentos y circulares. En caso de que encuentres alguna dificultad no te desesperes. El objetivo es avanzar gradualmente en el proceso y hacerlo lo más cómodo posible. Simplemente saque el dedo, agregue más lubricante y vuelva a intentarlo en un ángulo diferente.
Si puede pasar un dedo por los esfínteres, puede probar con dos dedos y tres. Si todo va bien, puedes pasar a un enchufe pequeño y elegir gradualmente los enchufes más grandes. Recuerda aplicar mucho lubricante y no forzar nada. Cualquier dolor debería ser una advertencia para que deje de hacerlo.
¿Por cuánto tiempo necesito hacer esto?
Esto variará para diferentes personas. Presta siempre atención a la reacción de tu cuerpo y determina si puedes realizar el entrenamiento anal durante horas o prefieres sesiones cortas repartidas en días separados. El objetivo debe ser permitir que su ano se familiarice con la penetración a un ritmo que le resulte cómodo.
En caso de que haya un intervalo prolongado entre sesiones, no continúes desde donde lo dejaste. Los músculos tienden a tensarse cuando no se ejercitan con regularidad. Puede considerar retroceder algunas etapas y avanzar gradualmente para evitar lastimarse.